Últimamente, el colágeno se ha convertido en uno de los suplementos más utilizados, especialmente en el cuidado de la piel. Pero, ¿estás usando el tipo correcto de colágeno? Veamos más de cerca qué es el colágeno.
El colágeno constituye aproximadamente el 30 % del tejido conectivo y se encuentra en muchas partes del cuerpo, especialmente en la piel, los tendones, las articulaciones, las uñas, los dientes, el cabello y los huesos, incluso en los ojos. Su principal función es proporcionar soporte a los tejidos, ayudando a que los órganos y tejidos se mantengan vivos y elásticos. Existen al menos veinte tipos diferentes de colágeno identificados en humanos, pero entre el 80 % y 90 % del colágeno en el cuerpo pertenece a los tipos I, II y III.
- Colágeno Tipo I: Es el tipo más abundante y resistente en el cuerpo humano. Se encuentra en la piel, tendones, huesos, ligamentos y tejido conectivo.
Colágeno Tipo II: Es el colágeno principal del cartílago. Debido a su mecanismo de acción, se utiliza en el tratamiento de enfermedades articulares como la osteoartritis y la artritis reumatoide.
Colágeno Tipo III: Es un componente fundamental de la matriz extracelular de soporte celular. Suele encontrarse junto con el tipo I y contribuye a la elasticidad y firmeza de la piel. Revisa los tipos de colágeno en los suplementos que utilizas y asegúrate de que contengan colágeno tipo I y III si buscas beneficios para la piel.
Uso del Colágeno
El efecto del colágeno comienza a notarse después de una semana. Sin embargo, para obtener beneficios reales, se recomienda usarlo durante al menos 3 meses y, en tratamientos específicos, de 6 a 8 meses.
¿Colágeno en Polvo o en Cápsulas?
Debes elegir la forma que te resulte más cómoda y sostenible de usar, ya que el colágeno solo es eficaz con un uso constante. Las cápsulas destacan por su practicidad, mientras que el colágeno en polvo proporciona una mayor cantidad por porción.
